jueves, 18 de junio de 2015

Discurso al XXV aniversario del asalto al Cuartel Moncada




Discurso al XXV aniversario del asalto al Cuartel Moncada de Fidel Castro, fue publicado 
por Latinoamérica, Cuadernos de Cultura Latinoamericana


Por Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar

Discurso  del asalto al Cuartel Moncada del  año de 1978; hoy 42 años después

Uno de los más interesantes discursos pronunciados por el que fuera máximo líder y comandante en jefe del gobierno revolucionario de Cuba, Fidel Castro Ruz, fue el que realizó un 26 de Julio de 1978, en la ciudad  escolar “26 de julio” de Santiago de Cuba. Con motivo del XXV aniversario del asalto al Cuartel Moncada.

     Cuando en 1995, realizaba la investigación de la vida y obra del escritor mexicano Guillermo Jiménez, visitaba la Biblioteca Nacional de México, y en una de tantas visitas a ese centro cultural, en los periquetes que hay para acceder a dicho recinto, me encontré con una serie de plaquettes o folletos que estaban puestos para que los visitantes los tomaran y se los llevaran. Eran muchos y de muy variados temas políticos, entonces me di a la tarea de apartar todos y escoger aquellos que no estaban repetidos, de esa manera me pude traer más de una veintena de dichas publicaciones.

     Los libros son: Latinoamérica, Cuadernos de Cultura Latinoamericana; editados por la coordinación de humanidades y Centro de Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y la Unión de Universidades de América Latina.

     Entre todos los que me traje venía este folleto que es el número 77 de la colección que es el discurso en el XXV aniversario al Moncada de Fidel, y otro era: "El Hombre nuevo" de Ernesto Guevara –Che Guevara-. Hoy a 42 años de distancia de aquel discurso y a casi los 25 años de que me hice del impreso con la pieza de oratoria política del máximo líder de la Revolución cubana, me he dado a la tarea de leerlo y analizarlo.

Oralidad abundante de Fidel

     Sabemos que Fidel Castro se le ha clasificado por su verbalismo indiscriminado, siempre ha tenido cosas importantes que decir, pero se ha caracterizado por  sus inconmensurables discursos. Generalmente cuando un orador abusa de la comunicación oral, se vuelve cansado para sus escuchas. Solamente existen personas que por su "magnetismo" o por cualidades innatas propias para la expresión, pueden desarrollar ese verbalismo y convertirse en charlistas memorables y agradables. 



Fidel y su oralidad abundante, en el discurso al XXV aniversario del asalto al Cuartel Moncada


     Tenemos el caso del escritor mexicano Juan José Arreola, autor de narrativa de talla internacional, que se caracterizó  por su excelente lenguaje hablado y  la de poseer esa atracción casi magnética hacía sus oyentes, que uno podía escucharlo en discursos por horas o verlo en la televisión con suma atención sin cansarse o aburrirse.

     El que esto escribe, conoce a un humanista sonorense:  Rubén González Arguelles fraile franciscano director de una institución educativa de Ciudad Guzmán, Jalisco,  México. Dicho personaje ha sido brillante en sus discursos, pero con brevedad en los mismos, máximo utiliza una media hora en sus disertaciones agotando toda la materia que quiere exponer en ese lapso de tiempo. Incluso algunos que gustan de su oralidad,  le han pedido que prolongue un poco más el tema para saborear lo que va hablando, porque se quedan insatisfechos y desean seguir escuchando.

     Podríamos decir, que este fraile, sería el antípoda en cuanto al uso del lenguaje con relación al político cubano - el uno breve conciso y el otro extenso y pesado-. Hoy a 42 años de distancia, comento sintéticamente este distinguido discurso de Fidel que aún nos llega su eco y su mensaje, en el tiempo y en el espacio, gracias al lenguaje escrito y/o la tecnología.

Algunas de las temáticas tratadas en el discurso

     Al leer todo el discurso nos damos cuenta de algunas realidades políticas e ideológicas que manejaba el comandante, en relación con su propio pueblo, así como su vecino del norte -Estados Unidos- y con terceros países del mundo y Latinoamérica.  Luego los presupuestos socialistas que sustentan todo su discurso fundamentados esencialmente por los teóricos: Marx, Engels y Lenin.

     Viene después la fuerte crítica a la política Norteamérica, y a  las normas que impone a los pueblos subyugados. También hace incisiva crítica al régimen maoísta de China, que en esos años la nación oriental tenía un distanciamiento para con la Unión Soviética, y desde luego Cuba siendo -en ese tiempo- un satélite de Moscú, había de secundar las orientaciones que tomaba el Kremlin, para así los cubanos también lanzaran sus severas críticas a los chinos. Desde luego invariablemente Fidel hará la crítica al modo de producción capitalista, que sabemos fue para él una constante y su caballo de batalla que justificó muchos de sus discursos y acciones de gobierno. 

     El que hablara Fidel de la historia de su patria, y su constante lucha por superar aquello que los había mantenido como una nación subordinada a los gringos por muchos años, fue una manera de avivar las llamas del nacionalismo y el orgullo de su pueblo. Al hacer un recuento de sus luchas e ideales, y su internacionalismo que de alguna manera justificaba el régimen ante su pueblo y también a los ojos de la comunidad internacional. Todo eso fue básico para mantener la expectativa alta del pueblo cubano, para con su gobierno; y sirvió para abonar al discurso y a la acción progresista y libertaria que exportaba  para otras naciones, algunas de ellas aliadas, y para aquellas otras que tuvieron su vista puesta en ellos.

Finalmente, les ponemos el link donde usted puede conocer el discurso, para si desea leerlo.  



Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar Web Developer

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