miércoles, 4 de agosto de 2021

Comentarios del discurso al XXV aniversario del asalto al cuartel Moncada


 

Fidel observa el cuartel moncada, que aún se puede ver lo hoyos de la metralla en sus paredes


Por Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar.

 

El memorable discurso del aniversario XXV del asalto al cuartel Moncada, fue una disertación que corrió a cargo del comandante Fidel Castro, quien junto con el grupo armado 26 de Julio, protagonizaron ese hecho en la historia cubana. Trascendental acontecimiento que significó el inicio de la revolución cubana. Algunas frases de aquel memorable discurso han sido tomadas, para comentarlas y darles una interpretación de su momento, así como el contexto actual que nos ocupa vivir.

     Fidel expresa iniciando su discurso lo siguiente:

     “El autor intelectual del Moncada: José Martí”. 

     Frase que es poco creíble, ya que Martí había muerto muchos años antes, pudiera ser el “autor intelectual” de una medida rebelde como lo fue el asalto al Moncada. El comandante Castro Ruz quiso colgarle el “muertito” a Martí, fue una manera de justificar ese acto y de paso honrar al héroe nacional, pero la verdad es que el autor intelectual de tal hecho fue el mismo Fidel y su grupo 26 de Julio. Otra cosa sería que Fidel se haya querido inspirar en el personaje histórico José Martí para realizar su obra revolucionaria.

     “Fue la época, las condiciones objetivas de la sociedad y del mundo que vivíamos, las que nos hicieron a nosotros marxistas-leninistas, internacionalistas, socialistas, comunistas”.

     Aquí en esta oración Fidel, creo que fueron las condiciones lo que lo orillaron a hacer de Cuba y su gobierno un régimen socialista, pero también fue porque él desde hace mucho ya era de izquierda, ya leí a Carlos Marx, Federico Engels y a Lenin. No podría haberse decidido por un gobierno y una economía socialista sin antes haber conocido plenamente a estos teóricos. En esto no hay creación espontánea. Pero también el apoyo que le brindaba la potencia mundial como lo era la URSS contra las hostilidades de los Estados Unidos fue que se decidió por tal forma de gobierno social.


     Luego dice que era “marxista-leninista”. Por mi aprendizaje con estudiosos de la obra de Marx y de Lenin, como fueron los profesores Roberto García Correa y Enrique Barragán Chávez; ellos siempre expresaron para la corriente filosófica de Marx y Engels, no como “marxismo” sino como: Materialismo Histórico, e incluso Enrique Barragán siempre rechazó la posibilidad de que existiera eso que llaman: Materialismo dialéctico. Me parece más correcta la postura de llamarle al pensamiento de los dos filósofos: Materialismo Histórico.

     Otra situación es que Fidel se autonombra “Comunista”, cuando sabemos que ese modelo social no existe, es utópico y es como un punto donde se quiere llegar en la sociedad socialistas, después de perfeccionar de forma superlativa su modelo social. Hoy no existen comunistas, porque nunca en la época moderna ha existido el comunismo como tal, el verdadero comunismo en la historia existió en la sociedad primitiva conocido como: comunismo primitivo, hoy el modelo social que llaman “comunista” en realidad es  socialismo. 

     “Lo que cualitativamente puede hacer diferente al revolucionario de hoy es su superior conocimiento de las leyes que rigen el desarrollo de la sociedad humana, lo que pone en sus manos un instrumento extraordinario de lucha y de cambios sociales”.

     Tiene toda la razón Fidel al expresar esta frase. Ojalá se volviera a impartir en las universidades de México y de otras naciones, esta enseñanza del conocimiento de las leyes sociales para transformar la sociedad. Hoy esta misma -la sociedad- está tan aquejada por las condiciones deplorables que nos tiene el sistema vigente capitalista neoliberal, que propone nada más la acumulación de bienes en la sociedad y la riqueza para unos cuantos; sean países o empresarios. La propuesta de los poderosos de hoy es hacer del capitalismo un sistema planetario que nos rija a todos en forma superlativa.

     “A los teóricos del socialismo científico: Marx, Engels y Lenin, deben los revolucionarios modernos el inmenso tesoro de sus ideas”

     Esto nos lleva a pensar que en el actual momento histórico crítico que pasamos  por el capitalismo salvaje que vivimos, pudiéramos rescatar por lo menos el pensamiento crítico de Carlos Marx, y volverlo a revisar e interpretar. Y poner en práctica nuevas propuestas de transformación social, ante las situaciones que vivimos y estamos.

     “No son los hombres los que pueden erigirse a sí mismos un monumento para la posteridad, sino los pueblos y los hechos objetivos los que asignan a cada cual su papel en la historia”.

     En nuestras sociedades, sobre todo del mundo occidental, existe la veneración o la idolatrización al dinero o a la fama –en términos de Marx, una fetichización-. Realmente esos modelos paradigmáticos no nos ayudan al propósito de ser más libres, ser mejores personas o ciudadanos. Son modelos o arquetipos al culto de la personalidad. Lo que buscan los medios masivos de comunicación, los gobiernos o las sociedades de consumo para vendérselo, es que vivamos enajenados o controlados en crearnos necesidades ficticias para seguir consumiendo y estar sacrificados en aras del mercado.

     “El hecho de que Cuba, hoy conmemoramos, después de sostenida heroica y victoriosa lucha, esté construyendo exitosamente el socialismo en la vecindad del imperio, es un éxito del movimiento revolucionario mundial y una lección estimulante para todos los pueblos”.

     Esta frase suena para estos tiempos, un tanto cuanto obsoleta, es parte de la lucha por el poder de Cuba, parte de su historia, su actualidad está diluida. Cuba se convirtió en los albores de su revolución en un modelo para naciones similares a ella, que vivían bajo viejas dictaduras fueran de civiles o de militares. La mayor de las Antillas empujaba a su liberación.


     Una de las formas que Fidel Castro quiso hacer, fue exportar la revolución armada a otras naciones que podrían tener condiciones parecidas a la de ellos: dominación de un dictador, imperialismo e intervención de una potencia. El gobierno revolucionario cubano se había puesto en medio de la confrontación entre las dos súper potencias: La Unión Soviética (URSS) y Los Estados Unidos de América (USA).

     Le tocó entrar como aliado de la URSS en la Guerra Fría, de ahí su confrontación con los estadounidenses. Y para ello tenía que ser satélite de los soviéticos para que desde la isla propagaran las ideas socialistas a las otras naciones de América. 

     “Una épica lucha ideológica fue también librada por la vanguardia revolucionaria contra los que antaño estaban acostumbrados a gobernar,  mandar, decir e imponer sus formas de pensar a los pueblos de la América Latina”.

     Desde luego ahí el comandante Fidel se refiere al gobierno de los Estados Unidos, a los regímenes dictatoriales, incluso a los partidos políticos que según sus postulados ideológicos pensaban lo que era “correcto” para el ciudadano; así imponen unas ideas y acciones que oprimían al pueblo pobre y sufrido de América Latina, y manejaban a las naciones débiles según sus intereses.

     “¿Para qué hacían esto los imperialistas? ¿Qué defendían? ¿Qué deseaban mantener en nuestra tierra? El dominio extranjero sobre nuestros recursos naturales, nuestras riquezas y los frutos del sudor de nuestro pueblo; gobiernos corruptos y sanguinarios al servicio de sus intereses; campesinos sin tierras, obreros explotados, un pueblo analfabeto, hambriento desesperado; niños sin maestros ni médicos, adultos sin salud ni asistencia, padres sin empleo, cientos de miles de madres sin otra alternativa muchas veces que la prostitución, discriminación por razones de raza o sexo, ancianos abandonados, casinos de juego, vicio, corrupción y sangrienta represión política”.

     En esta situación expuesta refleja una doble realidad. La de una Cuba prerrevolucionaria donde predominaba el vasallaje de Estados Unidos. Y Cuba convertida sobre todo La Habana -en una especie de Las Vegas- en la ciudad de los casinos, bares, cabarets y centros nocturnos de los gringos. En pocas palabras en el burdel de los norteamericanos.


     Pero también este mismo fragmento del discurso, es el espejo de la realidad difícil y complicada de muchas regiones y países de nuestra América Latina, donde abunda el desempleo la falta de servicios públicos adecuados, de salud, de educación, de vivienda, de aquello que el hombre requiere para vivir de forma humana. Con calidad de vida.                       

 

Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar Web Developer

jueves, 15 de julio de 2021

Frei Betto habla sobre Cuba, a propósito de las recientes protestas



Por: Carlos Alberto Libanio Chisto, O.P. (Frei Betto)

Pocos ignoran mi solidaridad con la Revolución Cubana. Durante 40 años he visitado la isla con frecuencia, por compromisos laborales e invitaciones a eventos. Durante un largo período intermedié la reanudación del diálogo entre los obispos católicos y el gobierno cubano, como se describe en mis libros “Fidel y la religión” (Fontanar / Companhia das Letras) y “Paraíso perdido – Viajes al mundo socialista” (Rocco). Asesoro al gobierno cubano en la implementación del Plan de Educación en Soberanía Alimentaria y Nutrición.

Conozco en detalles la vida cotidiana cubana, incluidas las dificultades que enfrenta la población, el cuestionamiento a la Revolución, las críticas a los intelectuales y artistas del país. Visité cárceles, hablé con opositores a la Revolución, conviví con sacerdotes y laicos cubanos reacios al socialismo.

Cuando me dicen, brasileño, no hay democracia en Cuba, desciendo de la abstracción de las palabras a la realidad. ¿Cuántas fotos o noticias se han visto o se ven sobre cubanos en situación de pobreza, mendigos esparcidos por las aceras, niños abandonados en las calles, familias bajo pasos elevados? ¿Algo parecido a la Cracolandia, las milicias, las largas filas de enfermos que esperan años para ser atendidos en un hospital?

Les advierto a mis amigos: si son ricos en Brasil y viven en Cuba, conocerán el infierno. No podrá cambiar de automóvil todos los años, comprar ropa de diseñador, viajar con frecuencia por vacaciones en el extranjero. Y, sobre todo, no podrás explotar el trabajo ajeno, mantener a tus empleados a oscuras, «orgulloso» de María, tu cocinera desde hace 20 años, y a quien le niegas el acceso a tu propia casa, escolaridad y seguro médico.

Si eres de clase media, prepárate para experimentar el purgatorio. Aunque Cuba ya no es una sociedad nacionalizada, la burocracia persiste, hay que tener paciencia en las colas en los mercados, muchos productos disponibles este mes pueden no encontrarse en el próximo por las inconsistencias de las importaciones.

Sin embargo, si es asalariado, pobre, sin hogar o sin tierra, prepárese para experimentar el paraíso. La Revolución garantizará sus tres derechos humanos fundamentales: alimentación, salud y educación, así como vivienda y trabajo. Es posible que tenga apetito por no comer lo que le gusta, pero nunca tendrá hambre. Tu familia tendrá educación y atención médica, incluidas cirugías complejas, totalmente gratis, como deber del Estado y derecho ciudadano.

No hay nada más prostituido que el lenguaje. La célebre democracia nacida en Grecia tiene sus méritos, pero es bueno recordar que, en ese momento, Atenas tenía 20.000 habitantes que vivían del trabajo de 400.000 esclavos… ¿Qué respondería uno de estos miles de siervos si se le preguntara por las virtudes de la democracia?

No deseo para el futuro de Cuba, el presente de Brasil, Guatemala, Honduras o incluso Puerto Rico, colonia de Estados Unidos, a la que se le niega la independencia. Tampoco quiero que Cuba invada Estados Unidos y ocupe una zona costera de California, como es el caso de Guantánamo, que se ha convertido en un centro de tortura y encarcelamiento ilegal de presuntos terroristas.

Democracia, en mi concepto, significa el «Padre Nuestro» – la autoridad legitimada por la voluntad popular – y el » pan nuestro » – el compartir de los frutos de la naturaleza y el trabajo humano. La rotación electoral no asegura ni asegura la democracia. Brasil e India, considerados democracias, son ejemplos evidentes de miseria, pobreza, exclusión, opresión y sufrimiento.

Sólo quienes conocen la realidad de Cuba antes de 1959 saben por qué Fidel tuvo tanto apoyo popular para llevar a la Revolución a la victoria. El país era conocido con el sobrenombre de «burdel caribeño». La mafia dominaba la banca y el turismo (hay varias películas sobre esto). El principal barrio de La Habana, hoy Vedado, tiene este nombre porque allí no podían circular los negros…

Estados Unidos nunca se resignó a haber perdido a Cuba sujeto a sus ambiciones. Por eso, justo después de la victoria de las guerrillas de la Sierra Maestra, intentaron invadir la isla con tropas mercenarias. Fueron derrotados en abril de 1961. Al año siguiente, el presidente Kennedy decretó el bloqueo de Cuba, que continúa hasta el día de hoy.

Cuba es una isla con pocos recursos. Está obligada a importar más del 60% de los productos básicos del país. Con el endurecimiento del bloqueo impulsado por Trump (243 nuevas medidas y, hasta ahora, no removidas por Biden), y la pandemia, que se centró en una de las principales fuentes de recursos del país, el turismo, la situación interna empeoró. Los cubanos tuvieron que apretarse el cinturón. Luego, los descontentos con la Revolución, que gravitan en la órbita del “sueño americano”, promovieron las protestas del domingo 11 de julio – con la ayuda “solidaria” de la CIA, cuya cabeza acaba de recorrer el continente, preocupada por la resultado de las elecciones en Perú y Chile.

Quien mejor puede explicar la situación actual en Cuba es su presidente, Díaz-Canel: “Ha comenzado la persecución financiera, económica, comercial y energética. Ellos (la Casa Blanca) quieren una convulsión social interna en Cuba para convocar “misiones humanitarias” que se traduzcan en invasiones e injerencias militares”.

“Hemos sido honestos, hemos sido transparentes, hemos sido claros y, en todo momento, hemos explicado a nuestra gente las complejidades de hoy. Recuerdo que hace más de año y medio, cuando comenzó la segunda mitad de 2019, tuvimos que explicar que estábamos en una situación difícil. Estados Unidos comenzó a intensificar una serie de medidas restrictivas, endurecimiento del bloqueo, persecuciones financieras contra el sector energético, con el objetivo de asfixiar nuestra economía. Esto provocaría el deseado estallido social masivo, para poder llamar a una intervención “humanitaria”, que terminaría en intervenciones militares”.

“Esta situación continuó, luego vinieron las 243 medidas (de Trump, para endurecer el bloqueo) que todos conocemos y, finalmente, se decidió incluir a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo. Todas estas restricciones llevaron al país a recortar de inmediato diversas fuentes de ingresos en divisas, como el turismo, los viajes cubanoamericanos a nuestro país y las remesas. Se formó un plan para desacreditar a las brigadas médicas cubanas y las colaboraciones solidarias de Cuba, que recibieron una gran parte de divisas por esta colaboración”.

“Toda esta situación ha generado una situación de escasez en el país, principalmente de alimentos, medicinas, materias primas e insumos para que podamos desarrollar nuestros procesos económicos y productivos que, al mismo tiempo, contribuyan a las exportaciones. Se eliminan dos elementos importantes: la capacidad de exportar y la capacidad de invertir recursos”.

“También tenemos limitaciones de combustible y repuestos, y todo esto ha provocado un nivel de insatisfacción, sumado a los problemas acumulados que hemos podido resolver y que venían del Período Especial (1990-1995, cuando se derrumbó la Unión Soviética). , con graves consecuencias en la economía cubana). Junto a una feroz campaña mediática de descrédito, como parte de la guerra no convencional, que intenta fracturar la unidad entre el partido, el estado y el pueblo; y pretende calificar al gobierno de insuficiente e incapaz de brindar bienestar al pueblo cubano ”.

“El ejemplo de la Revolución Cubana molestó mucho a Estados Unidos durante 60 años. Aplicaron un bloqueo injusto, criminal y cruel, ahora intensificado en la pandemia. Bloqueos y acciones restrictivas que nunca han realizado contra ningún otro país, ni contra los que consideran sus principales enemigos. Por tanto, ha sido una política perversa contra una pequeña isla que solo aspira a defender su independencia, su soberanía y construir su sociedad con autodeterminación, según principios que más del 86% de la población ha apoyado”.

“En medio de estas condiciones surgió una pandemia, una pandemia que afectó no solo a Cuba sino al mundo entero, incluido Estados Unidos. Afectó a los países ricos, y hay que decir que, ante esta pandemia, ni Estados Unidos ni estos países ricos tuvieron toda la capacidad para hacer frente a sus efectos. Los pobres se vieron perjudicados, porque no hay políticas públicas dirigidas al pueblo, y hay indicadores de la lucha contra la pandemia con peores resultados que los de Cuba en muchos casos. Las tasas de infección y mortalidad por millón de habitantes son notablemente más altas en los EE. UU. Que en Cuba (EE. UU. Registró 1.724 muertes por millón, mientras que Cuba tiene 47 muertes por millón). Mientras Estados Unidos se atrincheraba en el nacionalismo de las vacunas, la Brigada Henry Reeve de médicos cubanos continuó su trabajo entre las personas más pobres del mundo (así que, por supuesto, merece el Premio Nobel de la Paz)”.

“Sin la posibilidad de invadir Cuba con éxito, Estados Unidos persiste con un rígido bloqueo. Tras la caída de la URSS, que proporcionó a la isla los medios para sortear el bloqueo, Estados Unidos intentó aumentar su control sobre el país caribeño. Desde 1992 en adelante, la Asamblea General de la ONU votó abrumadoramente para poner fin a este bloqueo. El gobierno cubano informó que entre abril de 2019 y marzo de 2020 Cuba perdió $ 5 mil millones en comercio potencial debido al bloqueo; durante las últimas seis décadas, ha perdido el equivalente a 144.000 millones de dólares. Ahora, el gobierno de Estados Unidos ha intensificado las sanciones contra las compañías navieras que traen petróleo a la isla”.

Es esta fragilidad la que abre un flanco a las manifestaciones de descontento, sin que el gobierno haya colocado tanques y tropas en las calles. La resiliencia del pueblo cubano, alimentada por ejemplos como Martí, Che Guevara y Fidel, ha resultado invencible. Y a él, todos los que luchamos por un mundo más justo, le debemos solidaridad.
Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar Web Developer