Por
Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar
En los últimos sexenios del
gobierno mexicano la relación diplomática entre Cuba y México han sido mala,
sin embargo hoy la actual administración de Enrique Peña Nieto ha pensado un
relanzamiento de relaciones entre ambos países.
La visita de Raúl a Mérida, Yucatán, se dió los días 6 y 7 de noviembre del año en curso, como un gesto del mandatario cubano de subsanar diferencias entre ambas naciones, y buscar mutuos acuerdos que beneficien a las dos naciones.
Desde el gobierno de Ernesto
Zedillo Ponce de León, tuvo una hostil y diferente postura con el líder
histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz, con la frase de Zedillo con
respecto a: “No merece México que sea tratado por Fidel así como lo hace”, sintetiza el choque
y el enfrentamiento en que tuvieron ambos gobiernos.
Luego vino Felipe Calderón
Hinojosa que quiso tender un nuevo puente de relaciones diplomáticas, pero la
ideología neoliberal y conservadora de Calderón contraria a Hugo Chávez
presidente de Venezuela y uno de los aliados de La Habana hizo que no se
concretara ese fin.
Desde luego que
históricamente sabemos que Fidel organizó, planeó y ejecutó parte de su
revolución cubana en la capital de la república mexicana, zarpó en el yate del Gramna de Tuxpán,
Veracruz en el Golfo de México rumbo a la isla para iniciar la lucha armada.
Uno de los políticos mexicanos que
siempre vio con buenos ojos ese hecho fue, el general Lázaro Cárdenas del Río.
Dado que fue un político expresidente mexicano con una ideología de izquierda que comulgó
con las aspiraciones de esos jóvenes rebeldes cubanos.
Siempre Fidel le agradeció ese
gesto solidario a Lázaro Cárdenas, y en lo sucesivo tuvo una muy buena
relación con los gobiernos mexicanos. A pesar de la ruptura de
relaciones diplomáticas que se dio en los tempranos años de la revolución con Estados Unidos (USA), la nación azteca nunca rompió
relaciones con el gobierno revolucionario de la mayor de las Antillas.
Con la invitación de Peña
Nieto a Rául Castro Ruz para visitar la península de Yucatán, se convierte en
la primera visita de dicho mandatario cubano a nuestro país como jefe de
estado. Las relaciones entre ambos países datan desde hace 113 años.
Se da este relanzamiento de
relaciones, en el pasado muy amistosas, hoy de muy poca importancia dicha
relación, dado que la relación de Cuba con México ha perdido importancia, por
la línea política neoliberal que han seguido los últimos gobiernos mexicanos.
Que han dado la espalda a Latinoamérica y ha vuelto la vista a sus socios de Norteamérica
(Canadá y USA). Hoy con el contexto del descongelamiento en la relación USA-Cuba. Se da esta búsqueda de una nueva etapa, dado que hasta ahora México no ha sabido reacomodar la relación
con la mayor de las Antillas.
Hoy por ejemplo la relación
Cuba-Estados Unidos pasa más por la economía que en el aspecto ideológico. USA
busca una relación parecida a la que lleva con otro país socialista como lo es
Vietnam, que hoy es socio de Estados Unidos. Existe una expectativa por parte de
La Habana en relación con la cuestión de Latinoamericana, de no quedar relegada,
y que sus antiguos socios políticos puedan invertir como es el caso de Brasil
que asume una fuerte inversión en la adecuación del Puerto de Mariel.
El relanzamiento de
relaciones México-Cuba, es la oportunidad de México que no puede perder, para
invertir en la isla. La creación de proyectos productivos y de inversión, es la
línea a seguir. Serán 30 nuevos proyectos de inversionistas mexicanos que harán
para Cuba. También al mandatario cubano Raúl Castro le interesa que se pueda dar una mesa
trilateral entre USA-Cuba y México por la explotación del petróleo en el Golfo
de México.
Pero para que todo salga a pedir de boca para USA, el gobierno revolucionario de Cuba debe ir cambiando su
sistema político económico en su conjunto. Eso le ayudará a tener un acomodo en el concierto de las naciones.